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UNA CAJA CON COSAS DENTRO

Misterios

Misterios 1.
-Siga a ese coche.
E indicar al taxista una ruta peligrosa por las calles de una capital europea, salir corriendo del auto, entrar después a un museo y caminar despacio entre los cuadros mirando hacia todos lados, como si el peligro estuviera a punto de aparecer en pantalla.
Siempre me gustaron las películas de espías. De espías lentos y secretos.

2.
Quería una película de domingo. Feliz y de domingo.
Y puse Charada de Stanley Donen, 1963.

3.
A veces las cosas suceden a una velocidad vertiginosa. Como los diálogos del comienzo de esta película.
Audrey Hepburn y Cari Grant se acaban de conocer en una estación de esquí. Ella se llama Regina Lampert y ha decidido divorciarse de su marido. Y cita a Shakespeare antes de volver a París:
-Shakespeare dijo que cuando dos personas se conocen en tierra extranjera deberían volver a verse.
-Shakespeare nunca dijo eso.
-¿Cómo lo sabe?
-Es horrible. Se lo acaba de inventar.
-Sí, pero suena bien. ¿Me llamará?
-¿Su número está en el listín?
-El de Charles.
-¿Sólo hay un Charles Lampert?
-Eso espero.

4.
Y vuelvo ahora a un inventario como el de Henry Bengoa Invetarium. Aunque esta vez no hay hojas de árboles prehistóricos, sino sellos misteriosos.
Anoto que en algún momento tengo que escribir algo sobre los coleccionistas de sellos y los coleccionistas de hojas de árboles.
El inventario corresponde al contenido de una bolsa azul decorada con las letras amarillas de la compañía aérea Lufthansa:
-Una cartera con 4000 francos.
-Una agenda con una última anotación realizada ayer jueves: “Cinco de la tarde, jardín de los Campos Elíseos”.
-Un pasaje para Sudamérica.
-Una carta, franqueada y sin cerrar, dirigida a Regina Lampert.
-Una llave.
-Un peine.
-Una pluma estilográfica.
-Un cepillo de dientes y polvo dentrífico.

5.
¿Un pasaje para Sudamérica?
Hace cuatro meses, esa bolsa azul con letras amarillas podría haber sido parte de mi equipaje.

6.
Las cartas. Las cartas en mi buzón. Las cartas sobre la mesa de casa. Las cartas justo antes de abrirse. Los sobres desgarrados. Los papeles doblados y con marcas casi invisibles. Los sellos. La relectura justo antes de dormir. Las cartas.
En la película hay tres sellos misteriosos y valiosísimos:
“Este es sueco, de cuatro chelines, llamado Regula Firaskiriden, impreso en 1854. El segundo se llama el Azul Hawaiano, de 1894. Su dueño fue asesinado por un coleccionista obsesionado por poseerlo. El tercero se llama La Gazet Moldure. Es una obra maestra. Fue impreso a mano en papel de color y con las iniciales del impresor”.

7.
Regina Lampert dijo una vez que cuando dos personas se conocen en tierra extranjera deberían volver a verse.

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