Festival Cinemateca Uruguaya

En cinemateca llueve cuando en la calle está lloviendo y una vez oí decir que había pulgas; y los horarios y promesas de estreno no siempre se cumplen. Pero dan buenas películas. Cuando las dan, dan buenas películas.
Terminó el festival. Paso a comentar de manera muy breve cinco títulos:
Ten, Abbas Kiarostami: impresionante el momento en el que la amiga de la conductora se quita el velo y tiene el pelo cortado al cero. “¿Por qué lloras?”. Y la amiga no puede responder nada.
Five, Abbas Kiarostami: planos secuencia de paciencia infinita y un homenaje experimental a Ozu. La historia del trozo de madera partido por las olas del mar es una película perfecta.
Daremo shiranai (Nadie sabe), Hirokazu Kore-eda: ¿Qué pasa en Japón para que todo parezca tan triste? Habría que hablar un rato sobre la música que suena al final de la película.
Die geschichte vom weinenden kamel (La historia del camello que llora), Luigi Falorni y Byambasuren Davaa: una de mis películas documentales favoritas es una historia titulada Los niños de la tundra que dieron hace algunos años en las noches de la dos. La del camello me recordó a aquellos niños que sobrevivían en mitad del frío.
Ett Hål i mitt hjärta (Un agujero en mi corazón), Lukas Moodysson: maldito Lukas Moodysson. No me parece ni transgresora, ni inquietante. Puro vacío.