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UNA CAJA CON COSAS DENTRO

Iguazú

Fin

Fin Fin de un viaje. Efectivamente, al final hábía mucha agua. Agua grande.
Algún día escribiré unas palabras sobre la relación del cine con las piscinas. Me gustan las películas en las que salen piscinas. También las películas en las que nieva.

Heterónimos

En la página 167 de la guía de teléfonos de la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu hay 24 personas que se apellidan Pessoa. He estado repasando los nombres, direcciones y teléfonos y creo haber encontrado una de esas pistas que a veces uno encuentra en libros raros o en películas lejanas.
En la página 167 de la guía de teléfonos de la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu hay un señor que se llama F. Geraldo Pessoa. Vive en la calle Velho 383 B y su teléfono es el siguiente: 5265618.
Si yo fuera un escritor brasileño con sombrero y lentes, también me llamaría Geraldo. Y conduciría un cadillac por las carreteras de color rojo que rodean el parque nacional de las cataratas.

Heterónimos

En la página 167 de la guía de teléfonos de la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu hay 24 personas que se apellidan Pessoa. He estado repasando los nombres, direcciones y teléfonos y creo haber encontrado una de esas pistas que a veces uno encuentra en libros raros o en películas lejanas.
En la página 167 de la guía de teléfonos de la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu hay un señor que se llama F. Geraldo Pessoa. Vive en la calle Velho 383 B y su teléfono es el siguiente: 5265618.
Si yo fuera un escritor brasileño con sombrero y lentes, también me llamaría Geraldo. Y conduciría un cadillac por las carreteras de color rojo que rodean el parque nacional de las cataratas.

Tiempos

Tiempos Aún no he tenido ocasión de ver ¿Y qué hora es ahí? (2001), la película de Tsai Ming-liang que me compré en Buenos Aires. Pero ahora sé que cuando la vea voy a recordar inmediatamente la recepción del hotel Rafael de Foz de Iguazú.
La fotografía tiene también algo de Night on earth (1991) de Jim Jarmusch.
Y lo que yo me pregunto cuando miro la imagen es si existe alguna relación secreta entre los relojes y el teléfono.
Como la imagen es pequeña, paso a redactar una lista de horas internacionales del momento en el que saqué la foto:

Beirut: seis y 34 minutos.
N. York: doce y 51 minutos.
Brasilia: una y 51 minutos.
London: seis y 51 minutos.
Buenos Aires: una y 51 minutos.
Tokyo: una y 51 minutos.
Sidney: dos y 51 minutos.

Agua grande

Iguazú en guaraní quiere decir “Agua Grande”. Es lo primero que me dijo el guía del parque nacional que vino a recogerme al aeropuerto. Después me explicó que en 1860 hubo una guerra entre Paraguay y una alianza formada por Brasil, Argentina y Uruguay en la que murieron casi todos los hombres de Paraguay. “Murieron casi todos los hombres. Casi todos los hombres”. Cuando dijo esto, el guía se quedó como en trance y mirando fijamente hacia ningún lugar. Yo me acordé de aquel personaje de Adaptation (Spike Jonze, 2002) que explicaba con una mezcla de descripción casi mística y silencios rarísimos el misterioso mundo de las orquídeas.
El guía no volvió a decir nada en todo el trayecto hasta el hotel Rafael, situado a las afueras de una ciudad brasileña llamada Foz do Iguaçu.
Se despidió haciendo un gesto de adiós con la mano. Y cuando yo le respondí con un adiós similar, el guía volvió a repetir de manera lenta y a través del cristal de la furgoneta aquella frase hipnótica: “Murieron casi todos los hombres”. Después puso en marcha el motor y se alejó por las calles de color rojo de aquella ciudad fronteriza.